Ante la sospecha de que la madre o el bebé hayan sufrido alguna mala praxis médica, se haya realizado un mal diagnóstico o se haya actuado por error, lo mejor es acudir a un abogado experto
El alumbramiento de un bebé es siempre una buena noticia para sus padres, la familia y seres queridos en general. Sin embargo, aunque por fortuna ocurre con poca frecuencia, los equipo médicos y clínicos que atienden los partos pueden incurrir en errores que tienen consecuencias fatales tanto en la madre como en el bebé. Por supuesto, cuando eso pasa, lo primero que las familias tienen es un estado de shock y las emociones a flor de piel. Sin embargo, se recomienda, cuanto antes, acudir a una asesoría integral y profesional con el deseo de conseguir resarcir sus derechos y ser recompensados de algún modo.
En estos casos, contratar a un equipo de abogados negligencias partos experimentado en este tipo de asuntos supondrá una enorme garantía. Lo primero que hay que establecer es si se puede demostrar la negligencia. Pero, ¿en qué consiste? Se determina que una negligencia médica en el parto se sanciona cuando es demostrable que tanto la madre, el bebé, o ambos, han sufrido lesión, enfermedad o secuela en el acto de alumbramiento, pero también durante el tratamiento previo y reconocimientos de gestación.
De todas las maneras, lo qué hay que documentar y demostrar es en el momento en el que se ha producido esa negligencia. Puede que durante la propia gestación no se haya detectado una patología que pudiese corregirse, se haya prescrito una medicación incompatible con el embarazo o se haya producido un parto complejo por no cumplir con los protocolos adecuados. En todos esos casos, un abogado experto cuenta con las herramientas suficientes para determinar y demostrar que las consecuencias son derivadas de esos malos actos clínicos.
Recomendaciones ante una negligencia en el parto
Una vez que se tiene constatado que se ha sufrido una mala práctica por parte del personal clínico y facultativo durante el parto o la gestación, el primer paso será ponerse en contacto con un abogado que determine las herramientas legales que existen para resarcir esa situación. Estos poseen el argumento jurídico suficiente para armar una defensa y establecer los umbrales de indemnización que corresponden debido al daño causado. Todo va a depender de la gravedad, la fase en la que se haya cometido y las pruebas documentales que existan al respecto.
El hecho de acudir a estos letrados, no solo conlleva una seguridad legal, sino que también se pone a disposición una serie de peritos, investigadores y profesionales multidisciplinares que ayudarán al abogado a determinar el origen de la negligencia y la gravedad de la misma. Eso es fundamental porque se ajustará la defensa al máximo que permite la ley. Si bien una indemnización no sirve para revertir la situación, sí que ayuda a paliar los efectos y a tratarlos con más solvencia, eficacia y medios. Por tanto, ayuda a facilitar la vida de quiénes han sido víctimas de una situación tan desagradable.
Las negligencias médicas más comunes en el parto
Llegados a este punto, con el interés de aclarar con ejemplos más claros qué supone una negligencia médica de estas características, se van a describir las que se dan con más frecuencia durante el parto y la gestación. Esto puede servir para que las personas afectadas las puedan detectar con facilidad y emprender las acciones legales oportunas para paliarlas en su justa medida.
Son muy frecuentes las lesiones de desgarros durante el parto, pasa, sobre todo, cuando se realizan partos instrumentales. Este tipo de lesiones se originan en las madres y pueden provocar algunas incontinencias o curaciones inadecuadas que afectan a medio y largo plazo.
También existen causas de infecciones en el quirófano. El hecho de transmitir alguna bacteria al bebé o a la madre por falta de medidas de asepsia, el quirófano o el instrumental supone una falta muy grave que puede tener consecuencias nefastas.
En cuanto a la madre, también se pueden cometer episiotomías inadecuadas que generan malestar físico y de movilidad a la madre. En referencia a los bebés pueden sufrir hipoxia por falta de oxígeno, también la dislocación de hombros cuando se someten a prácticas de fuerza en canal del parto para agilizar la salida o una cesárea mal planteada y asistida.
En resumen, cuando se tiene la más mínima sospecha de ser víctima de una negligencia en el parto acudir a un abogado experto en esa materia es esencial para solicitar asistencia jurídica y reclamar lo que pertenece por derecho.
