Posiblemente, debido a la necesidad de noticias, para que el mundo periodístico y sus aledaños puedan tener un trabajo que les repercuta en su sustento, vemos con bastante asiduidad, en los diferentes medios de comunicación, encuestas y estudios de todo tipo, que luego suelen ir acompañadas por alguna opinión, de cosecha propia, del periodista de turno.
Dada como está la situación económico-social, vemos cómo se crean grupos o empresas de opinión, en las que suelen unirse expertos en sociología, derecho, periodismo, politólogos y el personal administrativo conveniente, que luego ejercen la labor de creación de encuestas y estudios de todo tipo. Es muy curioso que una gran mayoría de las encuestas están financiadas por las administraciones públicas, o sea con el dinero de los ciudadanos, y que en ellos se cuela mucha gente, que solo son expertos en conseguir dinero fácil.
Quizás, con la enorme complejidad que manifiesta la sociedad, sea interesante este tipo de trabajo. Sin embargo, posiblemente también fuera necesario analizar debidamente esta actividad y que sus importantes estudios de campo y el cocinado de las manifestaciones de los encuestados pudieran ser de gran utilidad para el campo de la investigación sociológica. Así, se evitaría usarla para que algunos medios hagan una pésima labor, dedicando estos estudios para, o bien acojonar al ciudadano con sus publicaciones, o a rentabilizarlo políticamente, para beneficiar a alguna ideología.
Posiblemente cualquier tipo de encuesta o estudio aporte algo a algún ciudadano debido a la enorme diversidad que actualmente existe en la sociedad, aunque muchas son provocadas por la mala utilización que se suele hacer de la Inteligencia Artificial (IA), por lo que los medios de comunicación deberían aportar más información y menos opiniones de acojono, que nada bueno suelen traer al conjunto de la sociedad.
Si nos paramos a analizar cómo ha surgido la operación Informativa sobre la dana valenciana, podemos apreciar que todos los medios españoles han cortado su programación habitual para realizar infinidad de reportajes sobre las consecuencias de la dana, y algunos, ya de paso, han aprovechado para dar de comer a algún periodista y a la vez a meterlo todo en el famoso debate político, que ya nos supera.
Quizás, si además de lo que en ocasiones se publica en algunas revistas especializadas, el resto se centrara en dar argumentos a un montón de cosas y casos que suceden en la Tierra, a los centros especializados, como pudieran ser algunas universidades que disponen de departamentos de estudios específicos, o a organismos públicos, como podría ser el CIS, sería más provechoso.
Posiblemente una buena alternativa podría ser que, con tantas personas existentes con apariencia de buenos y muchos conocimientos, centraran su saber, lo debatieran de una forma natural con sus homólogos y al final o bien ellos en conjunto o los diferentes centros científicos especializados, lo lanzaran a la sociedad para su conocimiento, independientemente de que la sociedad lo que precisa no son opiniones, sino resultados prácticos.
No nos podemos olvidar que este tipo de operaciones también son aprovechadas por algunas empresas en su lucha competitiva, las cuales aprovechan sus inversiones para comprar la actividad a algunas de este tipo de empresas, para hacer caer un determinado producto en el mercado, que compite con el suyo.
Posiblemente y dado cómo está funcionando la IA, la cual cada día tiene menos credibilidad, sea como sea es el momento donde se está actuando con más fuerza con este tipo de informaciones, que se suelen incrementar con infinidad de entrevistas a personas del mundo de la formación y de la investigación, pero no como equipos o grupos de investigación, sino como personas físicas.
Posiblemente, si unimos todo esto a la cantidad de influencers y Youtubers existentes, vemos, en primer lugar, que la mayoría buscan elevar su posición social y, como consecuencia, conseguir buenas compensaciones económicas, pero parece que no queremos ver que toda esta información que suelen aportar, al hacerse para lo que estas personas suelen buscar, produce una importante anomalía a la mayoría de lectores, oyentes o televidentes, que suele confundir, en vez de aportar algo real y científico al ciudadano.
Lógicamente, siempre la mayoría de la sociedad ha sido seguidora de la lectura y el conocimiento de la ciencia, pero también es cierto que si la sociedad se compone ahora de unos 10.000.000 millones de habitantes, y que el dinero es propiedad de unos pocos y se ha convertido en la necesaria dependencia del ser humano, unido a la enorme diversidad existente, todo puede valer.
Con la proliferación de opiniones, se crea una aceptación al debate, y este da pie a que una infinidad de personas manifiesten públicamente sus pensamientos, sin ningún tipo de regulación, con lo que aparecen en los diferentes medios opiniones muy diversas y muchas veces bastante bien razonadas, pero que en el fondo lo único que consiguen es crear más dudas de todo tipo al ciudadano.
Últimamente, y aprovechando el auge de la IA, muchos catedráticos, profesores universitarios y expertos de algo, aprovechando el final de su vida profesional, sacan lo que no han sido capaces de decir en toda su vida profesional, historias literarias en modo de artículo, libro o más modernamente en podcast, sin ningún contraste con la comunidad científica y con el único objetivo de conseguir protagonismo o alguna compensación económica, y sin darse cuenta están perjudicando enormemente, al conjunto de la sociedad.
