El boecillano, jugador de El Salvador, cumplió en 2023 su sueño de participar en un Mundial U20, consiguiendo la victoria para España, lo que clasificó a la selección para el mundial absoluto de esta categoría
El Mundial de Rugby U20 Trophy ya es un hito en la historia de España en este deporte, y Rodrigo Pelaz uno de sus protagonistas. A los cuatro años, este boecillano comenzó su andadura en esta disciplina en el equipo vallisoletano de El Salvador, y poco a poco los valores y el sentimiento de equipo que caracterizan el rugby lo fueron enganchando hasta convertirlo en una de sus aficiones preferidas y la que el año pasado lo llevó hasta Kenia para jugar con la selección española, marcando un antes y un después para nuestro país en la categoría sub 20.
Pero este no era el primer contacto de Rodrigo en los mundiales, pues ya en 2015, tras proclamarse Mejor Jugador del Campeonato de España, tuvo el privilegio de hacer el saque de honor en el Mundial de Inglaterra, sin saber que ocho años más tarde él esperaría a que otro hiciera ese saque para comenzar su partido.
Admite que la constancia, el trabajo duro y el querer cumplir un sueño fue lo que le ha llevado hasta el primer equipo en El Salvador y después a la selección, ya que recuerda cómo hace unos años “hubo otra generación que casi gana el World Rugby U20 Trophy, y ya entonces quise estar donde estuvieron ellos”. En 2023 Pelaz cumplió esa ilusión, y no solo eso, sino que, junto a su equipo, hizo historia llevándose la victoria y clasificándose para el mundial absoluto de su categoría; el World Rugby U20 Championship 2024, que se celebrará nuevamente en el continente africano –esta vez en Sudáfrica- entre los meses de junio y julio.
Asegura que el objetivo del equipo “siempre fue llegar a la final”, aunque en las últimas jornadas pensaron que el viaje había llegado a su fin, ya que “hubo un intento de golpe de estado y no sabíamos si íbamos a continuar, de hecho, para salir del hotel teníamos que hacerlo por las cocinas, porque para los extranjeros era peligroso”. Sin embargo, todo quedó en un susto y pudieron traer el trofeo a casa, para poner todos los sentidos en preparase para Sudáfrica, ya que, según señala Rodrigo, “aquí juegan las mejores selecciones y habrá que poner toda la carne en el asador”. El boecillano sostiene que su próxima meta es llegar al Mundial Absoluto de 2027 en Australia, pero hasta entonces continuará militando en El Salvador, “el equipo que me ha visto crecer”, y compaginando el deporte con sus estudios de Derecho.